Desde hace unos días observo que el parque del “Señorío de Alovera” ofrece una imagen estival en pleno mes de febrero y esto no es consecuencia del cambio climático ni de la sequía. En los primeros días saqué una fotografía y este jueves me he dado una vuelta por allí para ver el alcance de lo que parece un tratamiento con herbicidas.
Ayer, recibí una llamada de un vecino para comentar un tema municipal que no viene al caso, pero además me habló del tratamiento que parece haberse realizado en el parque. Según este señor, algunos niños del barrio que lo frecuentan habían sufrido diarreas y también hubo perros intoxicados que sus dueños llevaron al veterinario. El hecho de que hace relativamente pocos días se realizara un tratamiento puede llevar a pensar que la causa de tales afecciones sean provocadas por una intoxicación por herbicidas.
Para evitar éste y otros problemas, el 14 de septiembre del pasado año, el Consejo de Ministros aprobó el RD 1311 por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.
Este real decreto es la adaptación a la legislación española de la Directiva 2009/128/CE y que pretende poner orden en un sector que, por lo general, al menos en España, se ha caracterizado por el uso indiscriminado de productos fitotóxicos que por sus efectos nocivos podrían estar poniendo en riesgo la seguridad y salud de las personas y de la vida silvestre.
La nueva normativa nace como un proyecto ambicioso con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente como órgano nacional competente designado para la coordinación de las acciones que regula el Real Decreto. No obstante, la norma también otorga nuevas competencias a las comunidades autónomas y a las Administraciones locales que el ámbito de su territorio y en el plazo de un mes desde la entrada en vigor deberían haber designado a un órgano que actúe como punto focal que se coordine con el Ministerio y le presente informes con carácter anual.
El artículo 10.1 dice textualmente que “La gestión de las plagas de los vegetales en ámbitos profesionales se realizará mediante la aplicación de prácticas con bajo consumo de productos fitosanitarios, dando prioridad, cuando sea posible, a los métodos no químicos”.
Volviendo de nuevo al tema del parque, según el artículo 10 del Decreto, se entiende que no debería haberse realizado un tratamiento de tal magnitud debido a que resulta posible eliminar la vegetación espontanea por otros medios, por ejemplo, mecánicos, mediante el empleo de desbrozadoras.
Con el Real Decreto en la mano, lo primero que a uno le viene a la cabeza es la necesidad de que la gestión de plagas y de hierbas invasoras en los parques y espacios públicos deben ser objeto de una planificación rigurosa en el que los tratamientos con plaguicidas sean la excepción y no la norma como hasta ahora.
Naturalmente, todos y cada uno de los tratamientos con plaguicidas que se realicen deben ser prescritos por un técnico con la condición de asesor y quedar registrados documentalmente de acuerdo con lo previsto en los artículos 11 y 16 de la norma.
En resumidas cuentas, tanto ayuntamientos y comunidades autónomas como las entidades profesionales que trabajan con plaguicidas, deben empezar a pensar en términos de tendencia al uso cero o, al menos de momento, reducir la frecuencia de las aplicaciones y utilizar técnicas de baja exposición para los usuarios.
La principal fuente de contaminación del ambiente por el uso de plaguicidas es el residuo que resulta de su aplicación. Aunque su aplicación se restrinja a zonas determinadas, su dispersión es universal. Se han encontrado restos de plaguicidas incluso en locaciones tan remotas como la Antártida.
Según datos de la OMS, unas 100.000 personas mueren al año por el uso de pesticidas y 200.000 quedan intoxicadas de forma aguda por su utilización en la agricultura y la ganadería.
Estudios recientes parecen confirmar también que los plaguicidas, concretamente los llamados neonicotinoides, son los responsables de la desaparición de las abejas en todo el mundo. Por este motivo la plataforma virtual CHANGE.ORG está recogiendo firmas durante estos días para solicitar a la comisión europea la prohibición de estos plaguicidas.
Dejo un enlace para apoyar con la firma la petición de la prohibición del uso neonicotinoides:
Izquierda Unida solicitará en el próximo pleno que se cumpla rigurosamente con el contenido del Real Decreto y que se anuncie y publique en la web municipal con la suficiente antelación, en el caso de que se vuelvan a utilizar plaguicidas, el contenido expreso del informe técnico de asesoramiento que se haya redactado como consecuencia de la programación de un tratamiento, así como el registro documental del mismo una vez que éste se haya realizado.
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